Me permito hacer esta entrada después de escuchar
una primera oída al disco “Maleviaje” del cantautor paisa Pala.
Soy de los que para ir asimilando un disco necesito mínimo unas 10 escuchadas completicas, un trabajo musical tiene
demasiada información, sin embargo, quiero compartir algo que me cautivó
demasiado de entrada al escuchar este trabajo.
Imposible para mí, pasar desapercibido la madurez
en sus palabras y en su poesía.
Imposible no sonreír cuando te hace cómplice de
celebrar la vida
¡Salud porque la deuda está saldada!.
Después de escuchar a este “terco”, como él me
dijo que se sentía cuando le pregunté cuántos discos llevaba, es imposible no
querer salir, viajar, cantar y seguir haciendo locuras.
Imposible no disfrutar su ingeniosa ironía en “Yo
te amo mi amor”.
Imposible dejar pasar este momento para
agradecerle a él y a otros tantos como Andrés Correa y el Barrio Colombia su
constante pasión por seguir cantando, ellos han luchado contra viento y marea y
siguen abriendo puertas y caminos para muchos.
Les quiero compartir esta letra, fácilmente un
himno para todos esos artistas, músicos, locos, almas descarriladas y poco
cuadriculadas que persisten en vivir al máximo las emociones que brinda el
camino sin preocuparse mucho por la meta o destino. Para ponerle una cereza al
pastel invitó a Jorge Drexler a cantarla.
Sigo disfrutando cada palabra y melodía de esta obra de arte, además vienen a mi mente recuerdos de personas muy importantes en mi vida con quienes quisiera brindar, escuchando esta tremenda canción ¡Salud!.
La deuda (Pala)
Te pisaste del colegio cuando te quemó la sed
A beberte el privilegio de estar fuera de la red
Te masiaste las botellas, no esquivaste ni una
piel
Ni dejaste una doncella sin subir a tu corcel
Fuiste fiel pero no tanto, fuiste bueno pero mal,
Y uno que otra viernes santo faltoniaste al
santoral.
Te sollaste cada fuga, te graduaste en insistir,
Te quisiste con arrugas, te arrugaste de reír,
Agotaste el pasaporte, te embalaste por amor,
Y arriesgaste por deporte sin pagar un asesor.
¡Que belleza de resumen, que te den un altavoz!
Afortunado si entiendes que de aquí
Ninguno sale sano, entero o vivo
Y que la vida es el banquete con mantel
Y no un aperitivo.
Si al fin del carnaval levantas un mezcal
¡salud porque la deuda está saldada!
Viniste a deshojar, no hay nada que agregar,
La muerte vale nada.
Fue tu tacto en una espalda, tu nariz en vino y
ron,
Tu retina en minifalda y tu oreja en bandoneón.
Cotizaste con percances pero amaste sin bastón
Y a la hora del balance hubo más “si” que
“perdón”.
Más que plata hiciste vida, más que vida carnaval,
Por eso la despedida no puede salirte mal.
Ni talk show ni telediario repartiéndose el botín,
Ni el amigo imaginario gaminiándome el festín;
Marchitarse no es tristeza, la tragedia es no
gastar
Cuerpo, ganas y belleza por el miedo de pecar.
Si es que quieres flagelarse, adelante, pero a mi
Tráigame el contrato, parce, yo me bailo un otrosí
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